“Maximiliano": el pequeño amigo perdido que aún esperan vuelva a casa
- Martin Montoya
- hace 14 minutos
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Todo ocurrió por un descuido que ahora pesa como una roca en el alma.

En la comunidad de Liverpool de Limón, una familia vive días de angustia, dolor y esperanza.
Catherine Espinoza Cortés y su pequeño hijo sienten un vacío enorme en sus corazones desde que Maximiliano o Max, como le llaman de cariño desapareció de sus vidas.
Max no es solo un perrito blanco de raza french poodle es parte de la familia.
Durante cinco años Maximiliano ha sido el compañero fiel de juegos, el guardián silencioso de momentos felices y el consuelo en los días difíciles.
Su lugar en la casa, su camita, sus juguetes… todo sigue ahí, pero él no está.
Todo ocurrió por un descuido que ahora pesa como una roca en el alma.
Max, curioso como siempre, se quedó fuera de la casa cuando salieron los miembros de la familia.
Al ver el carro partir, corrió detrás de él, como solía hacerlo entre risas y ladridos, pero esta vez no fue un juego, esta vez, Max llegó hasta la peligrosa Ruta Nacional 32.
Fue allí donde, según una investigación realizada por sus familiares, Max fue visto por última vez, siendo recogido por el vehículo placa BCK190, registrado a nombre de la señora Mariela del Carmen Montoya Hernández.

Tras un rastreo insistente, lograron contactar a la señora Montoya, quién confirmó que lo recogió y lo llevó consigo a Guápiles, Pococí.
La esperanza renació… pero solo por un instante.
La señora Montoya afirmó que tuvo a Max por dos días, pero que supuestamente se escapó de su casa.
Lo más doloroso fue que, al pedirle su dirección exacta para continuar la búsqueda, se negó a brindarla.
Se cerró así la única pista clara que tenían.
“Nos duele tanto no poder buscarlo con certeza. Mi hijo llora todas las noches. Max no es solo nuestra mascota, es nuestro compañero,no saber si está bien, si tiene comida, si está asustado, nos está partiendo el alma”, relato Catherine entre lágrimas.

Max es fácilmente reconocible.
Aunque la señora Montoya dijo haberlo visto con una patita lastimada, lo cierto es que él tiene una leve dificultad al caminar, brinca un poco con su patita izquierda desde hace tiempo, y ese detalle podría ser clave para identificarlo si alguien lo ve.
La familia suplica ayuda.
Cualquier información que pueda ayudar a dar con su paradero será recibida con gratitud.
No buscan culpables, solo quieren que Max vuelva a donde pertenece: al calor de su hogar, a los brazos de su pequeño amigo humano, que aún guarda su platito lleno de alimento esperando que regrese.
Si usted ha visto a un perrito blanco, french poodle, con esa característica en su patita o sabe algo que pueda ayudar, por favor comuníquese al: 6192-1045.
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