Un adiós humilde: así serán los próximos días tras la muerte del papa Francisco
- Génesis Bermúdez
- 23 abr.
- 2 Min. de lectura
El velatorio, abierto al público, se extenderá hasta el viernes 25 de abril.

Tras el fallecimiento del papa Francisco el pasado 21 de abril a los 88 años, el mundo católico entra en días decisivos de despedida y transición. La conmoción por la muerte del primer papa latinoamericano ha reunido a miles de fieles en el Vaticano, donde desde este miércoles 23 de abril su cuerpo es velado en la Basílica de San Pedro.
El velatorio, abierto al público, se extenderá hasta el viernes 25 de abril, permitiendo que personas de todos los lugares se acerquen a rendir homenaje a un papa que marcó un antes y un después en la historia reciente de la Iglesia. Tal como él mismo lo pidió, se trata de una ceremonia sobria, despojada de los tradicionales tres ataúdes y del catafalco pontificio. Francisco reposa en un sencillo féretro de madera, sin báculo ni ornamentos, en coherencia con el estilo que lo definió en su testamento espiritual.
La misa funeral se celebrará el sábado 26 de abril a las 10:00 a.m. (hora de Roma), en la Plaza de San Pedro. Se espera una masiva asistencia de jefes de Estado, líderes religiosos y fieles provenientes de todo el mundo. Será una ceremonia marcada por la sencillez, sin pompas excesivas, pero con una profunda carga simbólica.
En un gesto sin precedentes, Francisco será sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor, una de las iglesias más queridas por él en Roma. Allí acudía con frecuencia a orar antes y después de sus viajes apostólicos. Rompe así con la tradición de ser enterrado en la cripta papal de San Pedro, subrayando una vez más su voluntad de dejar un legado más pastoral que protocolario.
Mientras el mundo despide a Jorge Mario Bergoglio, el hombre que llegó al papado, el Vaticano comienza discretamente a preparar el escenario para el próximo cónclave. Aún sin fecha oficial, se espera que los cardenales se reúnan en las próximas semanas para elegir al nuevo líder de la Iglesia Católica.
En estos días de luto, la imagen de Francisco permanece viva no solo en Roma, sino en los corazones de millones que lo recuerdan por su calidez, su defensa de los más vulnerables y su incansable llamado a la misericordia.
Comentarios