Provincia perdería único equipo que lo representa en la primera
- Martin Montoya
- 6 may.
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Actualizado: 12 may.
El equipo de Guápiles podría haber jugado su último partido en Primera División.

El equipo de Guápiles podría haber jugado su último partido en Primera División sin saberlo, tras vencer 3-1 a Pérez Zeledón.
Aunque cerró con dignidad el Clausura 2025, salvando su permanencia en la división de honor en el terreno de juego, fuera del campo enfrenta una investigación del Comité de Licencias por cinco posibles faltas graves.
La sanción más dura lo ha sido el recibir la revocación de su licencia, que le ha sido aplicada antes del juego final contra San Carlos.
Si Santos disputaba ese encuentro, completaría la temporada y no podría ser expulsado, ya que las licencias cubren todo el año.
Pero el Comité resolvio mucho más pronto, y le dio el más fuerte castigo al perder validez su permanencia en la primera división del Campeonato Nacional de la Primera División del futbol costarricense.
Esta resolución puede ser impugnada mediante recurso de revocatoria y/o apelación en los próximos tres días hábiles, que empezarán a contar a partir del día de mañana.
Pero ahí que recordar que cualquier impugnación no suspende la decisión del Comité de Licencias.
Sobre este particular el órgano rector indicó “Este órgano no se referirá a la decisión tomada hasta que quede en firme lo resuelto, con el fin de guardar la confidencialidad requerida y respeto al club”.
Qué se está investigando?
La investigación se originó a partir del 4 de marzo de 2025, fecha en la que diversos medios de comunicación revelaron audios y reportajes que apuntaban a presuntas negociaciones irregulares con dos sociedades no registradas ante la Fedefútbol: Santos de Limón Sports Club S.A. y Santos del Caribe S.A.
Estas entidades estarían en apariencia vinculadas con los empresarios Antonio Coreas y Norman Reyes.
Uno de los supuestos hallazgos más llamativos es una transferencia de $113.000 realizada por la compañía privada Samara Hot Properties hacia las cuentas del club, sin que existiera una justificación documentada ni comunicación oficial al Comité correspondiente.
La entidad reguladora también ha detectado las siguientes anomalías:
1/ Toma de decisiones por parte de personas externas sin acreditación formal.
2/ Acuerdos administrativos que no fueron debidamente notificados.
3/ Falta de presentación de estados bancarios.
4/ Reportes financieros con un patrimonio negativo de ¢253 millones.
5/ Obligaciones pendientes con Hacienda y la CCSS por más de ¢460 millones.
6/ Violaciones a las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) aplicables a PYMES.
Adicionalmente, se sospecha la existencia de una estructura simulada con el fin de ocultar quién ejerce realmente el control administrativo del club.
Al parecer el equipo no logró esclarecer los hechos, y las sanciones establecidas en el Reglamento de Licencias incluyen desde multas económicas hasta la suspensión o cancelación definitiva de la licencia, decisión final tomada por los responsables de la investigación.
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