Este jueves pescadores artesanales de la provincia de Limón realizaron una manifestación frente al Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU), donde se llevaron a cabo reuniones con autoridades sobre la crisis que enfrenta el sector pesquero. Los pescadores denunciaron la confiscación de sus equipos y la criminalización de su actividad, fundamental para su sustento y tradición.
“Nos están tratando como delincuentes”, expresaron los manifestantes, quienes argumentan que muchos dependen de la pesca no solo como medio de vida, sino también como parte de su identidad cultural.
La presión ejercida por la fuerza pública, que exige licencias de pesca que no están siendo otorgadas, ha llevado a la incautación de embarcaciones y herramientas.
“¿De qué quieren que viva la gente en las costas si el INCOPESCA les niega las licencias?”, cuestionó un representante del grupo, quien instó a las autoridades a tomar medidas inmediatas para resolver esta problemática.
Los pescadores también hicieron un llamado a poner fin a las prohibiciones que afectan a la comunidad: “¿Qué quieren que coma el pueblo?” demandaron. Hicieron un urgente llamado al INCOPESCA para que gestione la emisión de licencias, permitiendo que los pescadores puedan trabajar con tranquilidad.
La situación se agrava, ya que la falta de licencias ha generado tensiones entre pescadores y autoridades. “La solución que nos ofrecen es reunirnos en grupos y presionar a INCOPESCA, pero eso no resuelve nuestro problema inmediato”, lamentó uno de los pescadores.
Decididos a luchar por sus derechos, los pescadores de Limón, hombres y mujeres valientes, enfatizaron: “No permitiremos que se falte al respeto a nuestro trabajo y tradición”. Su protesta busca visibilizar la situación y encontrar una solución a sus problemas.
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