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Udhei Leitón

Mercadito de la Misericordia fue un éxito total en la Catedral de Limón


La explanada de la Catedral de Limón se llenó de vida y solidaridad desde las primeras horas del sábado con la celebración del Mercadito de la Misericordia, una iniciativa de la Pastoral Social de la Diócesis de Limón en apoyo a los hermanos de la zona indígena de Talamanca.


Desde las 7:00 a.m. hasta las 11:00 a.m., el evento fue un rotundo éxito. Los asistentes pudieron adquirir productos frescos como bananos verdes, plátanos y yuca a precios muy accesibles, directamente de las manos de los productores indígenas.


La Asociación de Desarrollo de Bribri, Talamanca (ADITIBRI) organizó la logística de transporte, enviando dos camiones repletos de productos que partieron de la zona indígena a las 5:00 a.m. Álvaro Medrano, uno de los chóferes encargados, expresó su felicidad por poder colaborar en esta noble causa.


Rafael Hernández, líder comunal, también compartió su satisfacción por contribuir al éxito de la actividad y apoyar a los productores indígenas. "Es un orgullo para nosotros ver cómo la comunidad se une en solidaridad y apoyo mutuo", comentó Hernández.


El padre Luis Aguilar, párroco de la Iglesia Católica en Limón, destacó la importancia de estas iniciativas que reflejan la misión social de la Iglesia. "La labor social de nuestra comunidad es fundamental para fortalecer los lazos y apoyar a aquellos que más lo necesitan", afirmó el sacerdote.


Los productores de la zona indígena de Talamanca manifestaron su profundo agradecimiento a la Iglesia y a la comunidad limonense por su apoyo y por hacer posible este encuentro. "Estamos muy agradecidos por la oportunidad de ofrecer nuestros productos directamente a la gente de Limón", expresaron.


El Mercadito de la Misericordia no solo fue una oportunidad para adquirir productos frescos y de calidad, sino también una muestra de la capacidad de la comunidad para unirse y trabajar en conjunto por el bien común.

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