El 25 de julio es una fecha emblemática para Costa Rica. Este año se celebra el bicentenario de la Anexión del Partido de Nicoya, 200 años de cultura y tradición. Sin embargo, este día también es significativo para los limonenses, quienes festejan este año el 132 aniversario del cantón central. Así, guanacastecos y caribeños comparten algo más que la belleza de sus playas: una fecha importante en sus calendarios.
Este 27 de julio, los limonenses celebrarán con un desfile de bandas y agrupaciones artísticas en conmemoración al 132 aniversario del cantonato de Limón. En esta edición, se contará con la participación especial de bandas de la zona, para concluir con un concierto multitudinario de la agrupación “Son Mayor” y el cantante limonense, “Gimario”.
El desfile iniciará a las 12:00 md, siguiendo la ruta tradicional, saliendo de la cancha sintética de Roosevelt hasta el parque Vargas.
Para conocer más sobre los orígenes de Limón, el historiador y profesor universitario Axel Alvarado nos brinda una perspectiva invaluable. “Por la necesidad que tenía el país de abrir sus puertas a los mercados europeos, el 20 de septiembre de 1867, el puerto de Limón se convirtió en el principal puerto de Costa Rica y de Centroamérica. En 1870 se funda la ciudad de Limón, pero antes existía la comarca y la cabecera de esta era Moín”, explicó Alvarado.
En sus inicios, la población de la región vivía en Moín y Matina, mientras que la actual ciudad de Limón era solo un pantano. Fue el presidente Tomás Guardia quien, en 1870, decidió construir el ferrocarril para conectar el Valle Central con el Caribe y transportar el café. Esta decisión llevó a que Federico Fernández Oreamuno y un grupo de soldados trasladaran a la población de Moín al nuevo asentamiento en Limón, un proceso que requirió rellenar y sanear el terreno pantanoso.
A diferencia de otras ciudades costarricenses, Limón fue urbanizada con un diseño influenciado por ideas europeas. Ángel Miguel Velázquez Villaudre, tatarabuelo del expresidente Miguel Ángel Rodríguez, fue el encargado de urbanizar la ciudad en ocho cuadrantes con un patio central y calles y aceras anchas. Esto contrasta con el desarrollo alrededor de una plaza central, típico de otras ciudades del país.
El resultado es una ciudad con una notable riqueza arquitectónica. Limón cuenta con 18 patrimonios arquitectónicos en apenas 400 metros cuadrados, además de un patrimonio urbanístico (el tajamar) y un monumento nacional (isla Quiribrí, conocida como Uvita).
Esta diversidad cultural se reflejaba en la cantidad de consulados presentes en Limón, más que en la capital del país. La ciudad vivió un auge económico hasta 1938, cuando una enfermedad en las plantaciones de banano destruyó la economía local, llevando a la migración de inversionistas hacia el sur y la capital.
Los limonenses tienen una rica historia que celebrar y un patrimonio del cual estar orgullosos. La combinación de su pasado portuario, su diversidad cultural y su resiliencia frente a las adversidades climáticas y económicas, hacen de Limón una ciudad única en Costa Rica.
Comments