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Jason Ureña

El "Rey del Calipso" llega a los 100 años, dejando a su paso un legado imborrable.

Actualizado: 16 ago 2019

Walter Ferguson Byfield llega al centenario este martes.

No es del todo nuestro, pero -por suerte-, se hizo como nuestro, y en su paso por esta tierra caribeña ha dejado una huella cultural, social, artística y más, imborrable.


Walter Ferguson Byfield nació el 7 de mayo de 1919 en Guabito, -zona fronteriza entre Panamá y Costa Rica-, pero desde los dos años, hizo de Cahuita, Limón, su lugar eterno, rodeado de color, naturaleza, mar y gente linda, que lo inspiraron más de una vez a escribir las letras de los históricos calipsos que todo el país y mucho más allá, conoce y disfruta hoy.


Como dato curioso, el reconocido calipsonian limonense, desde su adolescencia aprendió a tocar varios instrumentos como la guitarra y el piano, pero sin siquiera haber recibido clases, ya ello venía en él.

"Me gustaba mucho la música desde muy pequeño, yo nací con ese don", confesó Ferguson en un documental realizado por la Universidad Nacional en 2017.


Ha recibido múltiples premios, el más reciente, en el 2018, cuando "Segundo", -como popularmente lo conocen en su natal Cahuita-, recibió el premio nacional a la cultura inmaterial Emilia Prieto 2017, el cual es dedicado a quienes (persona o grupos) han realizado aportes a la cultura del país durante toda su vida.


Para los jueces el legado de Ferguson fue determinante en la decisión, pues "su obra se caracteriza por reivindicar la cultura afrocostarricense mediante la maestría de su composición, interpretación y transmisión musical, en las que se desataca su creatividad y sensibilidad social, constituyéndose en un insigne narrados de los sentimientos e historias de su pueblo", destacó el jurado.


Ferguson es un referente de la cultura afro de la Costa Rica multiétnica y pluricultural, entre sus obras más reconocidas destacan, Calaloo, Cabin in the Wata y Matilda.




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