Variedades de semillas Cabecar y Brunca impulsan productividad de familias del territorio Indígena de Alta Talamanca Bajo Cohen, en Telire de Talamanca.
Este lunes, el Consejo Nacional de la Producción (CNP) y el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), entregaron 1080 kilogramos de semilla de frijol y 801 de maíz a representantes de las comunidades Sibodi, Coroma, Bajo Coen, Cachabri, pertenecientes al territorio indígena de Alta Talamanca Bajo Cohen, en Telire de Talamanca, Limón.
6 representantes de estas comunidades, de las cuales 4 son lideradas por mujeres jefas de hogar, fueron quienes recibieron las semillas, y asumieron el compromiso de repartirlas en cantidades equitativas y proporcionales a las parcelas de los 52 beneficiarios totales.
El beneficio está enfocado a familias en pobreza y pobreza extrema, vulnerabilidad social, con poco acceso de transporte y limitaciones económicas.
La iniciativa surgió cuando un grupo de familias de la comunidad de Bajo Cohen y Coroma solicitaron el beneficio al CNP, entidad que se encargó de coordinar con el IMAS para que por medio de la Asociación de Desarrollo Integral del Territorio Indígena Bribri (Aditibri) se diera atención a la solicitud. Aditibri, a través de la radio La voz de Talamanca, hizo llegar la información a otras familias.
Desde el CNP se está coordinando con el Ministerio de Agricultura y Ganadería para dar el seguimiento al proceso de siembra, mediante la capacitación, preparación y utilización de bio insumos para garantizar una cosecha saludable y libre de cualquier producto químico que ponga en riesgo las tierras indígenas.
El presidente ejecutivo del CNP, Rogis Bermúdez, indicó que “como sector tenemos un compromiso con el apoyo a la producción de los territorios indígenas, respetando sus prácticas culturales; además de asegurarles un mercado que garantice la colocación de sus productos, mediante un encadenamiento al mercado institucional”.
Por su parte, Juan Luis Bermúdez, presidente ejecutivo del IMAS, señaló que “la seguridad alimentaria y la construcción de mercados justos garantizan el bienestar en las zonas rurales. La articulación del IMAS y el sector agropecuario permiten conjugar la protección social y el desarrollo productivo sostenible como base del desarrollo humano e intervenciones con pertinencia cultural”.
“Estos esfuerzos propician la protección de las dinámicas de producción en estos territorios y significa un verdadero alivio para las familias que se encuentran en condiciones vulnerables y necesitan este tipo de apoyo”, manifestó Randall Otárola, viceministro de la Presidencia en Asuntos Políticos y Diálogo Ciudadano.
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