Tras dos semanas de protestas y lucha sindical, 45 oficiales del resguardo portuario de JAPDEVA fueron reinstalados en sus puestos, luego de haber sido separados de sus funciones hace dos semanas.
El Sindicato de Trabajadores de JAPDEVA (SINTRAJAP) denunció públicamente las condiciones laborales injustas a las que fueron sometidos los trabajadores, incluyendo la exposición al sol sin protección adecuada, lo que fue calificado como "tortura interna" por parte del sindicato.
Antonio Wells, Secretario de SINTRAJAP, expresó su preocupación por los presuntos atropellos cometidos por JAPDEVA contra los empleados del resguardo portuario.
Señaló que la medida de obligar a los trabajadores a caminar bajo el sol durante largas horas era una forma de desmotivarlos y afectar su bienestar.
Wells también criticó el gasto excesivo de JAPDEVA en la tercerización de la seguridad, en lugar de utilizar el resguardo portuario creado por ley.
Según él, "Esta tercerización está costando alrededor de mil trescientos sesenta millones de colones al año, mientras que el resguardo portuario propio de JAPDEVA solo cuesta 330 millones de colones al año".
Esta discrepancia en los costos generó preocupación sobre la gestión financiera de JAPDEVA en medio de una crisis económica.
En cuanto a las decisiones que llevaron a los trabajadores a caminar bajo el sol, Wells atribuyó estas acciones a "órdenes superiores, incluyendo gerentes, presidentes ejecutivos y otros altos cargos de la institución".
Denunció estas decisiones como abuso de poder y violación de los derechos laborales de los trabajadores.
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